Los padres de un adolescente tienen la tarea de asumir algunas pérdidas, entre las que se encuentran:
– La pérdida del niño que creció y pasó a una nueva etapa: la adolescencia
– La pérdida de sus ilusiones, fantasías y deseos sobre lo que pensaban que su hijo iba a ser: «un adolescente ideal», buen estudiante, responsable, familiar, cariñoso,…
Quizás, una de las cosas sobre las que puede reflexionar para ayudar a su hijo, es pensar cuales son sus propias expectativas y escuchar las expectativas de su hijo para acompañarle en su proceso, lo que supone resolver ciertas contradicciones entre lo que imagina y desea para su hijo y la realidad exterior presente, e intentar buscar un equilibrio entre ambas.