«Quiero dejar en claro y, afirmar enfáticamente, que en mi experiencia clínica con hijos violentos, llamados «graves», desde hace años he comprobado que cuando ayudamos a los padres a que puedan descubrir algo personal en sus vidas que afecta el vínculo, el hijo se cura muy rápidamente. Niños y adolescentes diagnosticados con TGD, psicosis,… están hoy estudiando o trabajando; viviendo una vida normal.»
Libro: Padres e hijos… el poder de enfermar al otro
Artículo: Padres que temen a sus hijos.
Autora: Eva Rotenberg